PENTAGRAMA DIVIDIDO
Juan Josè Bocaranda E
Dos
ángeles se disputan en mi ser
el
pentagrama
de mi
canto:
el ángel
de lo alto y lo infinito
que con
tonos nobles me incita
al canto
excelso,
y el
ángel de los tonos bajos
que
quiere impulsarme a lo perverso.
A veces
prevalece el ángel elevado y puro
y mi
canto nace dominando
los
bemoles de lo oscuro,
y otras,
domina el ángel negro
-ya
cruel, ya algo travieso-
y mi
canto brota, entonces,
duro,
jocoso y hasta avieso.
En todo
caso,
creo que
ambos tipos de cantos son necesarios, convenientes,
para
responder debidamente
a las alternativas de la vida
que es
alma, corazón y cuerpo.
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