Rueda Libre

Asi como su título, en este espacio ofrece una vision miscelanea sobre diferentes topicos, a suerte de collage o resumen de todos mis blogs.

Rueda Libre

Asi como su título, en este espacio ofrece una vision miscelanea sobre diferentes topicos, a suerte de collage o resumen de todos mis blogs.

jueves, 30 de julio de 2015

VEN, ALEGRÌA. Juan Josè Bocaranda E






VEN, ALEGRÍA
Juan Josè Bocaranda E
 
Alegrìa,
no te alejes de mí,
regresa a mi corazón con tu canción azul,
con los acordes de tu violín de ayer,
con el violín de ayer,
ven a encantar a los ratones tristes
que corretean a su antojo
 por los  rincones oscuros
de mi ser interior.
Sácalos de allí,
que te sigan afuera, 
encantados por la danza alegre de tus notas,
llévalos tras de tí,
muy lejos,
a los montes más remotos,
a los pedregales,
para que no sienten sus nidos de tristeza
en ningún otro corazón.
Déjalos allá
y luego tú regresas
a entronizarte fuertemente dentro de mí.
No me abandones.
Regresa a mi corazón con tu canción azul,
que otros esperan
con mi canto.
Ven.

sábado, 18 de julio de 2015

GRACIAS, SEÑOR, POR EL DON DE LA MUJER Juan Josè Bocaranda E



 
 
GRACIAS, SEÑOR, POR EL DON DE LA MUJER
Juan Josè Bocaranda E

Doy gracias al Origen de todos los orígenes:
por Eva,  la primera tentación,
por quien valió la pena  perder  una
 de mis  costillas;
por la mujer cuya voz musical puso a vibrar el corazón del Paraíso;
por la primera mujer que se embelesó ante el surtidor de luces y colores
  de aquel amanecer;
por la primera mujer que se atrevió a mecer su cuerpo entre las olas;
por la mujer que inventó la palabra amor y nos enseñó  a deletrearla;
por la primera primeriza cuyos gritos alarmaron  la noche
 y despertaron la sed de los volcanes;
por la mujer que preparó la primera parrillada de dinosaurio
 y puso a los invitados a comerse  los dedos;
por la mujer que vio titilar como un lucero
 el primer copo  de algodón
 y lo halló útil;
por la mujer que descubrió  el primer racimo de alelí
 y el primer parto de la piña
 y las primeras lenguas de la sábila
 y los  oros de la primera naranja
 y el capullo de delicias de la primera granadilla;
por la mujer que por humanidad o por amor
 restañó la primera herida;
por la primera hija y  la primera nieta,
 luceros en el oriente
y en el poniente de la vida;
por la mujer que cultivó las primeras flores
 y la que preparó la primera ensalada  de frutas;
por la mujer que recogió la primera mazorca de maíz
 y alumbró la primera arepa tostada;
por la mujer que esquilmó la primera oveja
 y tejió las primeras frazadas para los hijos;
por la mujer que colocó el primer florero en la ventana;
por la mujer que tuvo la idea de las escobas
 y fue la primera en barrer la cueva;
por la mujer que intuyó posible ordeñar las vacas
 y compartió el primer cántaro  de leche;
por la mujer que recogió la primera postura de gallina
 y preparó la primera tortilla a la española;
por la mujer que cantó la primera canción de cuna;
por la mujer que inventó el “beso de coco”,
 manjar de dioses;
por la mujer que equivocó los ingredientes
 e inventó sin querer el esplendoroso “bienmesabe”;
por la mujer que dio el primer mordisco en la pelea
 y después pudo contarlo;
por la mujer que preparó el primer sancocho
 y llevó a la mesa el primer aguacate;
por la mujer primera que probó el ají picante
y supo ocultar  las consecuencias;
por la mujer que descubrió el sabor del cuerito de pescado al horno;
por la mujer que colgó la primera cortina
 para que jugara el viento;
por la mujer que usó el primer biquini y el primer hilo dental
y la primera tanga con dientes;
por Madame Curie,
 que descubrió las profundidades  del fuego;
por María Montessori,
 que enseñando enseñó a enseñar;
por doña Juana de Ibárburu,
 que sembró la primera higuera.
También elevo mi copa
por la mujer que nos hace vivir, amar, soñar y trabajar,
por la mujer que se sabe reina de nuestro corazón
 y le saca partido al hecho,
por la que estamos dispuestos a morir,
 si no queda otro remedio,
por la que siempre se sale con las suyas
  aunque no siempre tenga la razón,
por la que somos y seremos.
Por la flor y la gema y la luz más preciosas de toda la creación.

Gracias, Señor.  Y Amén.

domingo, 12 de julio de 2015

MI CALLE, COMO LOS VIEJOS



 
 
 
MI CALLE, COMO LOS VIEJOS
Juan Josè, Bocaranda E
                                               
Las carnes de mi calle han  envejecido. 
50  años de trajín y de maltratos 
han sido suficientes  para debilitar sus huesos,
 que yacen oxidados, terrosos, malolientes.
 
Mi calle ha decaído  como decaen los viejos
 cuando el tiempo dispone con persistentes golpes,
salpicando de achaques,
arándoles  arrugas, 
nublándoles los ojos, 
ajando sus recuerdos,
 cargándoles la espalda 
con gruesas piedras negras.
 
Las paredes se caen a grandes dentelladas,
 las casas se avejentan 
y se les ve vencidas, 
con sus jardines muertos, 
con sus puertas raídas,
 con sus luces desiertas.
 
El tiempo y sus pretextos y su sierra sin dientes, 
 han dado muchos viajes  por estas calles nuestras,
destrozándolo todo 
corroyendo a pedazos 
abrumando las almas 
borroneando recuerdos 
con la muda advertencia
 de que seguirán  pasando
como pasan los vientos
 cuando cruzan los mares
 arrastrando hacia puertos
 donde la noche alcanza.
 
Las carnes de mi calle han envejecido. 
Nosotros también, y en un instante.