Rueda Libre

Asi como su título, en este espacio ofrece una vision miscelanea sobre diferentes topicos, a suerte de collage o resumen de todos mis blogs.

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Asi como su título, en este espacio ofrece una vision miscelanea sobre diferentes topicos, a suerte de collage o resumen de todos mis blogs.

viernes, 30 de octubre de 2015

SISIBORI Juan Josè Bocaranda E




SISIBORI

Juan Josè Bocaranda E

Un pajarito,
tan diminuto
que podría caber en el puño de un niño
y tan trazado de colores vivos
que parece un trozo de arcoíris,
suele venir por la mañana
a saludar a mi mujer
a la puerta del bohío
con los bellos tonos
de su flauta de caña.
Ella le responde
alegre
agradecida
con frases hermosas
y hermosas notas
que parecen caer sobre él
como un chorrito
de agua fresca
una tarde de pesado calor.
Cuando el sisibori
no viene a casa
y se queda
no sé dónde ni por qué
yo padezco las consecuencias
pues mi mujer se torna
huraña, insoportable
y sólo tiene horribles palabras
para mí.
Que jamás falte el dulce silbido
de esa flauta
a la puerta de mi choza
para que mi mujer
me bañe de cariño
y cante todo el día
las melodías del sisibori.
 
 
 
 
 
 

domingo, 25 de octubre de 2015

Y LES SONÒ LA HORA… EL MAGISTRADONTE MAGISTRATADO. Por: Paco Quevedo y Villagorda




Y LES SONÒ LA HORA…

Por:



Paco Quevedo y Villagorda

EL MAGISTRODONTE MAGISTRATADO

Estaba un magistradonte laureado de mala fama, en un restaurante penumbroso, haciendo lo que mejor sabìa: tragar viandas a dos carrillos, en contubernio con una obesidad a prueba de pujos, vomitivos y purgas; y estirar la mano mendicante, que esgrimìa con rotunda desvergüenza de puñal.
Justamente se había dado cita con un con-cliente, a la hora màs sola, para tratar asuntos subrepticios,  subliminales, subterráneos y subastantes, que no podían tratarse en el propio templo de la justicia, no por respeto a ella, sino por motivos de apariencia y prestigio funcionarial.
-¡Doctor Zopenco! ¡Doctor Zopenco, no me venga con esa vaina!
-Amigo, yo hice todo lo posible. Logrè que me nombraran ponente en su caso y elaborè el proyecto de sentencia favoreciéndolo a usted. Mire. Le entrego una copia de mi proyecto, pero…
-Pero ¿què?
-Pues que los otros cuatro magistrados se vendieron a la contraparte, y le dieron la razón. La mayoría declaró sin lugar el recurso de casación, mi voto quedó solo  y usted pierde definitivamente…Ya no hay nada què hacer…
-¿Y eso es todo? ¿Y la cuantiosa suma de dinero que le entreguè? …Porque también usted se vende…
-Hicimos la operación sin testigos y Usted me entregò el dinero en efectivo, como suele hacerse últimamente…De  manera que no tiene prueba ni  còmo reclamar.
-¡Magistrado! Usted es un prostiputo con toga…¿Es eso lo que enseña a sus alumnos en la Universidad? ¿Es eso lo que enseñò a su hijo inflado, que seguramente huele sus huellas juridicentes?
Ya iba el mastrodazo a esgrimir excusas y madurar esquinces, cuando le sonò la hora, y de debajo de las mesas surgieron mil testigos oyentes y escuchantes, y cuarenta policías, que lo arrastraron hasta el carro, donde lo uncieron a la cola de un jamelgo, mientras un verdugo lo vapuleaba con plenos poderes democráticos y otro le colocaba el balandràn al  burro.
Y cuando esto ocurrìa, llegò un diablo bellaco, en moto prepotente, dando frenazos, botado de humos, fogueando gruesos decires,  atropellando a la gente y tocando bocina a los rebatos, mientras gritaba:
-¡Viene la Justicia! Està a media cuadra de aquí…Ya viene  la payasa, con bailes de chachachá

jueves, 22 de octubre de 2015

¿Y SI FUESES TÙ? Juan Josè Bocaranda E



 
¿Y SI FUESES TÙ?
                                                                       A los  trabajadores del Aseo Urbano
 
Juan Josè Bocaranda E
 
Cuando algo así
como ruidos de tambores
retumben 
sin orden ni concierto, 
con interrumpidas pausas, 
en el fondo casi desvelado
de tu sueño.
Cuando sientas pasos y voces
que resuenan en la noche 
a lo largo de tus calles 
y te asomes a la ventana de tu cuarto
y veas semifantasmas presurosos
que van de casa en casa
de puerta en puerta
como sombras silenciosas
detén
 por un instante tu pensamiento en ellos: son los trabajadores 
de la noche que mientras tú duermes
van bajo la lluvia y con el frío
recogiendo los desperdicios 
que tú dejas.
Ten por ellos un pensamiento 
de solidaridad
y compasión
y dales las gracias
 mentalmente
y hasta me atrevería 
a pedirte
eleves a Dios una plegaria
 por su labor y por sus vidas
expuestas
a los peligros de la noche incierta.
Piensa: 
son tus humildes hermanos.
Piensa
 que, por circunstancias de la vida, 
tú podrías estar ocupando su lugar como fantasma
mientras él, 
arriba,
desde la ventana de su cuarto
mira 
tu silueta presurosa
ir de casa en casa
de puerta en puerta
recogiendo lo que él deja.