Rueda Libre

Asi como su título, en este espacio ofrece una vision miscelanea sobre diferentes topicos, a suerte de collage o resumen de todos mis blogs.

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sábado, 21 de marzo de 2020

LA BASE DEL VERDADERO DESARROLLO ESPIRITUAL Juan José Bocaranda E Pocas personas, sobre todo aquéllos que se dicen cristianos, tienen presente la importancia transcendental del amor, la generosidad y el desinterés, en el desarrollo espiritual. Importancia tal, que absolutamente ningún acto religioso interno o exterior cobra validez y eficacia, si queda marginado el amor. Ha de decirse con el mayor énfasis que el amor, la generosidad, el desinterés, constituyen una condición sine qua non para la validez y la eficacia de los actos de Religión. Es más: esa condición cubre tal grado de importancia y necesidad, que en realidad es la base de todos esos actos, desde la veneración y las ceremonias, hasta los rezos u oraciones, de tal suerte que, al faltar esa base, todo aquello cae, necesariamente, al vacío, a la ineficacia, al no ser. Esta importancia del amor es puesta de relieve por Krishnamurti cuando dice que “el Amor es la cualidad más importante, porque cuando es bastante fuerte en un hombre, lo estimula a revestirse de todas las demás, que sin ella nunca serían suficientes”. Ese amor, para ser verdadero, pleno, debe estar alejado de todo asomo de egoísmo. Y agrega que el amor no es deseo, sino voluntad, resolución y determinación, lo cual debe llenar la naturaleza del hombre en tal magnitud que no quede lugar para ningún otro sentimiento. Los creyentes, en general, sea cual sea su religión, deben abstenerse de desperdiciar tiempo y energía rezando, asistiendo a los actos religiosos o realizando cualquier otro acto de fe, a menos que asuman el propósito firme, profundo, serio, responsable, de amar al prójimo de verdad, en los hechos de todos los días, con sincero sentimiento de unión y generosidad. Ese es el punto de partida, la base o fundamento del edificio de la superación espiritual, y si ello falta, todo carece de razón de ser y, por lo tanto, carece de efecto positivo. Efecto negativo sí lo tiene: el fingimiento, la apariencia, la hipocresía, todo lo cual degenera el espíritu en vez de alimentarlo e impulsarlo hacia lo alto. Ademán, pretenden engañar a Dios, quien saca cuentas minuciosas, pro


LA BASE DEL  VERDADERO DESARROLLO ESPIRITUAL
Juan José Bocaranda E

Pocas personas tienen presente la importancia transcendental del amor, la generosidad y el desinterés, en el desarrollo espiritual. Importancia tal, que absolutamente ningún acto religioso interno o exterior cobra validez y eficacia, si queda marginado el amor. Ha de decirse con el mayor énfasis  que el amor, la generosidad, el desinterés, constituyen una condición sine qua non para la validez y la eficacia de los actos de Religión. Es más: esa condición cubre tal grado de importancia y necesidad, que en realidad es la base de todos esos actos, desde la veneración y las ceremonias, hasta los rezos u oraciones, de tal suerte que, al faltar esa base, todo aquello cae, necesariamente, al vacío, a la ineficacia, al no ser.
Esta importancia del amor es puesta de relieve por Krishnamurti cuando dice que “el Amor es la cualidad más importante, porque cuando es bastante fuerte en un hombre, lo estimula a revestirse de todas las demás, que sin ella nunca serían suficientes”. Ese amor, para ser verdadero, pleno, debe estar alejado de todo asomo de egoísmo. Y agrega que el amor no es deseo, sino voluntad, resolución y determinación, lo cual debe llenar la naturaleza del hombre en tal magnitud que no quede lugar para ningún otro sentimiento.
Los creyentes, en general, sea cual sea su religión, deben abstenerse de desperdiciar tiempo y energía rezando, asistiendo a los actos religiosos o realizando cualquier otro acto de fe, a menos que asuman  el propósito  firme, profundo, serio, responsable, de amar al prójimo de verdad, en los hechos de todos los días, con sincero sentimiento de unión y generosidad. Ese es el punto de partida, la base o fundamento del edificio de la superación espiritual, y si ello falta, todo carece de razón de ser y, por lo tanto, carece de efecto positivo. Efecto negativo sí lo tiene: el fingimiento, la apariencia, la hipocresía, todo lo cual degenera el espíritu en vez de alimentarlo e impulsarlo hacia lo alto. Ademán, pretenden engañar a Dios, quien saca cuentas minuciosas, profundamente claras, y sabe quién es quién y cómo y por qué lo es...y de ello depende  ingresar o no al Cielo.