Rueda Libre

Asi como su título, en este espacio ofrece una vision miscelanea sobre diferentes topicos, a suerte de collage o resumen de todos mis blogs.

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Asi como su título, en este espacio ofrece una vision miscelanea sobre diferentes topicos, a suerte de collage o resumen de todos mis blogs.

miércoles, 27 de mayo de 2015

"EL HOMBRE NUEVO". Juan Josè Bocaranda E


“EL HOMBRE NUEVO”
Juan Josè Bocaranda E

 Desde la raíz del tiempo, quizás desde la oscuridad
de las cavernas, la humanidad viene oyendo el mismo cuento.

En cada cima de la historia,
cuando la tempestad bate
las frentes,
ha resonado la esencia
de la misma voz,
de la misma idea,
del mismo sentimiento:
claman ante la necesidad del hombre nuevo,
del hombre universal,  del hombre-amor,
del hombre generoso, del hombre- hermano.

El propio apóstol Pablo,
apenas derribado del caballo
por el reclamo
de Dios,
tomó para sí la fibra de la misma consigna:
“es necesario deponer el hombre viejo
se necesita un hombre nuevo,
que ame la verdad,
sustente la igualdad,
sea  compasivo, bondadoso, generoso,
bien intencionado,  humilde, manso,
paciente, dado a perdonar
y, sobre todo, al vínculo perfecto del amor”

Y las revoluciones lo han propuesto conforme a su propio cartabón:
“Se requiere un hombre nuevo para sustentar una nueva sociedad”.
Pero, por como todo lo centran
en tener,
nunca en el ser
verdadero,
se desperdician los esfuerzos
y los medios.
 
El hombre cruza los siglos sin asumir la luz,
con el inmundo saco del egoísmo
a cuestas.
Al paso que va
del tambo al tumbo,
será cada vez más viejo,
y cuando caiga en la decrepitud
y el saco del egoísmo reboce,
se derrame
e inunde en miasmas
la tierra,
y la humanidad tiemble como azogue
de miedo,
y corone el pico de la desesperación,
clamará como nunca
por el hombre nuevo
que debió haber sido
desde tiempo atrás.

Para que el hombre nuevo venga,
es necesario que reciba la luz,
que viva en sí la luz,
que realice la luz
de la consciencia,
del amor,
de la paz
y del perdón,
es necesario que arroje lejos de sí
la vieja carga de vicios y maldad.

El hombre nuevo no ha llegado aún
y no vendrá jamás
si no mira de frente al sol
del amor, de la justicia
y la verdad.

Desde la raíz del tiempo, quizás desde la oscuridad de las cavernas, la humanidad lo viene oyendo. Ya es hora de que acabe el cuento.






MEMORIAS DE DIÒGENES. CONSOLATOR


CONSOLATOR

- ¡Allá, allá¡-
Por aquellos días, cuando Atenas más hervía en el trajín de los diarios intereses y de las mezquindades más nimias, fuimos al mercado de las yerbas, en el centro de la ciudad,  a comprar cariaquito morado, para es­pantar la mala racha gubernamental.
De pronto se formó un tumulto.
- ¡Allá, allá¡
Alguien dijo que un loco, perseguido por los policìas, se ocultaba entre los árboles del “El Calvario”.
En la cima del monte atisbamos la figura de un hombre de destacada estatura y larga cabellera que el aire batía. Comenzó a dar voces y a llamar a la gente con  gritos y manos.
Algo nos arrastró hacia èl. Al igual que muchas personas, trepamos hasta quedar en ubicación adecuada para escucharle. Y él como si imprecase a la propia vibración esencial del cosmos, exclamó con clara e inteligible voz:
-Saltad de gozo los que andáis pelando bolas, porque los prepotentes se  apiadarán de vosotros.
-Saltad de gozo los que andáis sobrecargados de arrecheras, porque seréis consolados por un gobierno eficiente.
-Saltad de gozo los que sentís en el estómago pelotas de plomo derretido, porque seréis saciados.
-Saltad de gozo los que tratáis de estirar el salario hasta la desproporción de los abusos, porque seréis compensados.
-Saltad de gozo los que peregrinais como mendigos, todos los días,  en busca de los alimentos màs elementales.
-Saltad de gozo los que...
...Tiros, gritos, gases, carreras, idas, regresos, rodeos, men­tadas, revueltas, revuelcos, cascos, peinillas...

El hombre desapareció como succionado de lo alto. Dicen que era James Bond, filmando otra  película . Dicen que un hippie rezagado. Sólo yo sé que era el falso Jeque Konsumama Kamachutra, quien había regresado para burlarse de nuevo de los gobernantes y de los políticos de Grecia.

sábado, 23 de mayo de 2015

SE FUE TU MARIDO. ¿Y QUÈ) Juan Josè Bocaranda E.





SE TE FUE TU MARIDO ¿Y QUÉ?
Juan Josè Bocaranda E

Se te fue tu marido.
La tristeza te inunda en río revuelto.
Tu corazón es un cántaro
donde reverbera la sangre, evaporando la vida
gota a gota.
Todavía retumba el soberbio portazo
con el que subrayó su partida aquella noche.
Aún resuenan sus palabras hirientes
y hasta se percibe en el aire el olor de azufre
que parecía desprenderse de un corazón asado en odios.
Han pasado los días.
No hallas ni un solo consuelo al que aferrarte.
Todo está oscuro.
Tu alma está negra.
Tus amigas te invitan a sorber el aire de la mañana fresca,
pero no aceptas porque no logras desatarte
de los lazos muertos.
Tus dos hijas, niñas aún, pura inocencia,
no se acercan a ti
porque temen que tu dolor las incinere.
Piensa que no tienes derecho a hurgar sus corazones
con el tizón amargo que te amarga.
Nada te entretiene,
nada te entusiasma,
nada te consuela,
nada te sirve.
El mundo y sus cosas ya no brillan.
Todo ha quedado sin luz, porque a ti nada te alumbra.
Ya no rindes ni en el hogar, ni en el trabajo.
Vives bajo un peso de muerte
que te doblega y te sustrae la vida.
Todo porque él se marchó.
Ni una llamada, ni un mensaje.
Absoluto desinterés
aun por sus hijas inocentes de todo.
Tu hogar es una tumba
habitada por tres muertas.
En esta hora de luto sin sentido,
en esta hora de espera  tan absurda,
de clamores sin eco, de lágrimas inútiles,
no basta que justifiques el dolor de su partida
diciendo que lo amas.
No es ésa la cuestión.
No es ésa la pregunta.
La pregunta es
“¿vale la pena?”.
Tú lo amas. Pero ¿el te ama? ¿Ha velado por tí? ¿Le importas? ¿No lo has sorprendido acaso jugando juegos de amor en doble juego? ¿No has sido siempre tú la que trabaja? ¿No lo mantienes? ¿Acaso no lo vistes? ¿Realiza acaso algún esfuerzo? ¿Qué hace, cuál es su aporte,
dónde está su rendimiento?
Cuando estuviste a punto de perder tu casa y corriste el riesgo de irte a la calle con tus hijas, ¿él qué hizo? ¿Cómo y en qué mostró preocupación?
No.
No.
La cuestión no está en que tú lo ames.
La cuestión está en que él también te ame.
La pregunta es si él te merece, si vale la pena
que implores su regreso.
¿Regresar  por qué,  para qué, a cuenta de qué?
Cuando respondas a estas preguntas
con alma, sentido y corazón
darás gracias a Dios
y al  portazo soberbio que el mismo
se propinó aquella noche
fatal para él, no para tí.
Que jamás regrese.
Que la puerta que él mismo arrojó
sobre su espalda sea su sello y su condena.
Cuando respondas a estas preguntas
con alma,  sentido y corazón
abrazarás a tus hijas con un abrazo nuevo
como si hubiesen acabado de nacer
con el  calor que en los primeros días
Dios infundió al ser madre.
Cuando respondas a estas preguntas
con alma, sentido y corazón,
convocarás a tus amigas a una fiesta  de gala
para que tu hogar resucite y recupere la vida.
Se marchó tu marido
¿Y qué?
Que jamás regrese.
Lo que es inútil no hace falta

jueves, 14 de mayo de 2015

SATISFACCION. Juan Josè Bocaranda E


SATISFACCIÒN
 Juan Josè Bocaranda E

!Qué satisfacción!.
Salta y baila de luces
tu corazón
porque tu enemigo puede verte
a la otra orilla
salvo,
sano,
mejor,
cuando, habiéndote arrojado al río,
juraba que te había quitado
de arriba,
que te había quitado
de abajo,
que te había quitado
del medio,
y de ambos lados.
Y de pronto,
cuando menos lo espera,
sales
enarbolando tu bandera,
el brazo,
y lo saludas
   y lo saludas
agitando tu mano
como un pañuelo
rojo
para que más lo vea,
para que más lo vea.
Pero
por cuanto no eres maligno, perverso
ni innoble como él,
ruegas a Dios por él,
pides a Dios por él.

¡Què satisfacción del cielo!

lunes, 4 de mayo de 2015

TAMBORES EN LA NOCHE. Juan Josè Bocaranda E


TAMBORES EN LA NOCHE
Juan Josè Bocaranda E
 
Cuando algo así
como ruidos de tambores
retumben 
sin orden ni concierto, 
con interrumpidas pausas, 
en el fondo casi desvelado
de tu sueño.
Cuando sientas pasos y voces
que resuenan en la noche 
a lo largo de tus calles 
y te asomes a la ventana de tu cuarto
y veas semifantasmas presurosos
que van de casa en casa
de puerta en puerta
como sombras silenciosas
detén
 por un instante tu pensamiento en ellos: son los trabajadores 
de la noche que mientras tú duermes
van bajo la lluvia y con el frío
recogiendo los desperdicios 
que tú dejas.
Ten por ellos un pensamiento 
de solidaridad
y compasión
y dales las gracias
 mentalmente
y hasta me atrevería 
a pedirte
eleves a Dios una plegaria
 por su labor y por sus vidas
expuestas
a los peligros de la noche incierta.
Piensa: 
son tus humildes hermanos.
Piensa
 que, por circunstancias de la vida, 
tú podrías estar ocupando su lugar como fantasma
mientras él, 
arriba,
desde la ventana de su cuarto
mira 
tu silueta presurosa
ir de casa en casa
de puerta en puerta
recogiendo lo que él deja.