NO QUIERO VIAJAR AL EXTRANJERO
Juan José Bocaranda E
No quiero viajar al extranjero
porque me asquean
las alambradas, las fronteras, las manos que rechazan,
que sofocan, que detienen
y las uñas y las garras que estrangulan.
No quiero viajar al extranjero
porque me sacan de quicio y de resquicio
la cuadriculación del mundo en alcabalas,
las divisiones inhumanas,
la fragmentación mezquina de la tierra
y la intromisión perversa en nuestras vidas,
con preguntas pasadas de indiscretas.
No viajo al extranjero
porque no me reputo forastero,
pues el mundo es mío y de todos,
todos estamos en el uno y en el uno estamos todos. .
No respaldaré con mi presencia
las fragmentaciones,
aun legales, de la tierra.
Soy ciudadano universal
y quiero extender mis brazos con holgura,
como el Maestro Jesús,
al infinito,
de pie sobre la cima de la tierra
abarcando en amor
la humanidad entera.
Quiero que el mundo sea un solo mundo
donde more,
a la vera de un jardín reverdecido,
una sola familia llamada humanidad,
sin permisos fronterizos,
sin visas ni cortapisas.
No viajaré jamás al extranjero.
En esta tierra yo me quedo
y yo me muero.
Y cuando muera,
entonces sí viajaré.
Pero libre,
sin fronteras,
con el morral de la universalidad
a cuestas.
Viajaré por el mundo adonde quiera
sin que ningún policía con rolo o con cachucha
me detenga.
Viajaré adonde quiera
cuando quiera
como quiera,
porque quiera.
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