domingo, 12 de julio de 2015

MI CALLE, COMO LOS VIEJOS



 
 
 
MI CALLE, COMO LOS VIEJOS
Juan Josè, Bocaranda E
                                               
Las carnes de mi calle han  envejecido. 
50  años de trajín y de maltratos 
han sido suficientes  para debilitar sus huesos,
 que yacen oxidados, terrosos, malolientes.
 
Mi calle ha decaído  como decaen los viejos
 cuando el tiempo dispone con persistentes golpes,
salpicando de achaques,
arándoles  arrugas, 
nublándoles los ojos, 
ajando sus recuerdos,
 cargándoles la espalda 
con gruesas piedras negras.
 
Las paredes se caen a grandes dentelladas,
 las casas se avejentan 
y se les ve vencidas, 
con sus jardines muertos, 
con sus puertas raídas,
 con sus luces desiertas.
 
El tiempo y sus pretextos y su sierra sin dientes, 
 han dado muchos viajes  por estas calles nuestras,
destrozándolo todo 
corroyendo a pedazos 
abrumando las almas 
borroneando recuerdos 
con la muda advertencia
 de que seguirán  pasando
como pasan los vientos
 cuando cruzan los mares
 arrastrando hacia puertos
 donde la noche alcanza.
 
Las carnes de mi calle han envejecido. 
Nosotros también, y en un instante.

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