SISIBORI
Juan Josè Bocaranda E
Un
pajarito,
tan
diminuto
que
podría caber en el puño de un niño
y
tan trazado de colores vivos
que
parece un trozo de arcoíris,
suele
venir por la mañana
a
saludar a mi mujer
a
la puerta del bohío
con
los bellos tonos
de
su flauta de caña.
Ella
le responde
alegre
agradecida
con
frases hermosas
y
hermosas notas
que
parecen caer sobre él
como
un chorrito
de
agua fresca
una
tarde de pesado calor.
Cuando
el sisibori
no
viene a casa
y
se queda
no
sé dónde ni por qué
yo
padezco las consecuencias
pues
mi mujer se torna
huraña,
insoportable
y
sólo tiene horribles palabras
para
mí.
Que
jamás falte el dulce silbido
de
esa flauta
a
la puerta de mi choza
para
que mi mujer
me
bañe de cariño
y
cante todo el día
las
melodías del sisibori.
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