¡Ah, Perucha!
Juan Josè Bocaranda E
Querida
Perucha:
Tengo un
mensaje doloroso para ti,
y te lo digo
con las frases más sencillas,
con las
palabras màs cursis.
¡Lo que son las cosas,
Perucha,
cómo cambia la vida!,
¡cómo da giros que nadie espera!.
Antes era
yo quien andaba tras de tí
como una sombra,
era yo quien añoraba tu presencia,
y mendigaba tu amor
de puerta en puerta.
Muchas esperas,
infinitas llamadas,
hasta que el saldo de mi celular
se agotaba,
y la batería comenzaba
a carraspear,
como carraspeaba
mi amor por tí.
Y nada, nada.
Cuánto me dolía tanto desprecio,
tanta humillación,
tanta indolencia,
tanto desparpajo.
Me provocaba,
muchas veces,
mandarte definitivamente
pal carajo.
Pero, desde que te dejaron tus novios
y renovios,
desde que te quedaste sola en la ventana,
desde que te envejece en el pecho
la esperanza,
y la peluca del tiempo se te viene encima,
desde que los ojos de ningún hombre
posan su luz sobre los tuyos,
me buscas,
me solicitas,
me clamas,
me llamas,
me reclamas,
me intrigas,
me importunas,
me sigues,
me persigues,
me fastidias,
me acosas,
me rebosas,
me cansas,
me procuras,
soy de tu máximo interés.
Pues lamento decirte que ya es muy tarde,
Perucha,
que el amor de otra mujer ocupa mi corazón,
que entre nosotros jamás será lo
que nunca fue
porque con tu vanidad, tus pretensiones, tu futilidad,
tu superficialidad, tu egoísmo,
y tu indolencia,
no permitiste que fuera.
¡Ah!. Lo que son las cosas, Perucha.
La vida no se somete a tus caprichos…
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